“En Querétaro, Lunar era una revista verdaderamente independiente”. Entrevista con Martín Rueda - MilMesetas

La historia de las revistas culturales y literarias es un tema pendiente en Querétaro. Tratar de armar el mapamundi revisteril estatal es una labor compleja, que requiere paciencia a prueba de fuego. Debo agradecer la generosidad de Francisco de Paula Nieto, responsable de Libro de Arena A.C., por facilitarme un ejemplar de la revista cultural y literaria Lunar (1990-1995). La publicación tenía carátulas sencillas, periodicidad mensual y formato tamaño carta, y difundió a destacados autores de la flora y fauna local, entre otros, al poeta Salvador Alcocer, así como a otras escrituras inmersas en los trotes literarios de juventud. El director de Lunar era Martín Rueda Segura, sociólogo egresado de la UAQ y gestor del proyecto editorial Jean Baptiste (JB). Los derroteros de Facebook me permitieron contactarlo. Gracias a su interés pudo atender esta entrevista. A continuación, comparto las respuestas que nos dio el otrora editor y maestro jubilado.

¿Quién es Martín Rueda Segura?

Queretano nacido un 20 de mayo de 1963.

¿Qué relación tienes con Querétaro?

Sociólogo por la UAQ (primera generación). Político y militante de izquierda desde los 14 años. Obrero y sindicalista despedido un par de veces por defender los derechos laborales en Kellogg´s y Barcel (en la primera dirigimos una huelga en 1980, tenía 17 años). Dirigente estudiantil, expulsado de la UAQ y reincorporado luego de una huelga de hambre. Presidente Estatal del PMT (el de Heberto y Vallejo). Preso por razones políticas un par de veces. Poeta marginal… Hoy maestro jubilado luego de 30 años de servicio en el COBAQ.

¿Cuándo, cómo y dónde te iniciaste en el quehacer editorial?

En el Diario de Querétaro, a inicios de los noventa, en la sección cultural Escaparate dirigida por Alejandro Guillén León (El Diablo). Le ayudaba con artículos, poemas, ensayos, cuentos y crítica.

¿Podrías hablarme un poco de tu visión del oficio de editor?

En mi experiencia… es una labor solitaria. Nocturna… a veces diurna y vespertina; estresante cuando se llega la fecha de entrega al impresor; alucinante cuando el impresor pide tu opinión y visitas la imprenta; el olor a tinta, solventes y mugre. Los colores vírgenes: el rojo sangre, el amarillo alegría, el azul blues… es una experiencia orgiástica cuando la recibes, abres un ejemplar y lo hueles antes de leer los titulares. Es una experiencia frustrante y limitada cuando la compartes.

¿Cuál era el panorama literario de Querétaro en la década de 1990? Y a tu juicio, ¿qué tanto ha cambiado con el de ahora?

En los 90 del siglo XX ser editor era picar piedra, como Los Olmecas. Escribir en el cuerpo (Foucault) y quedar expuesto a la crítica y la censura (Lyotard: el que expone se expone).

La diferencia con editar hoy no lo sé. Ya no edito. Pero considero que hoy una mayoría escribe, edita y publica superficialidades y en la superficie, ni siquiera en la epidermis. 

¿Cómo y por qué se originó la revista Lunar?

Lunar fue una consecuencia de Escaparate. En el Diario de Querétaro había mucha censura y en el equipo pocas ganas de dar el salto. Propuse la revista, le dimos forma a seis números y nos lanzamos, en contra incluso de los que hacíamos Escaparate.

¿Qué rasgos identificaban a Lunar de otras revistas culturales y literarias de la época?

En Querétaro, Lunar era una revista verdaderamente independiente, auténtica, no exagero si la defino como libertaria.

En cuanto a los números publicados de Lunar, en el número 6, febrero de 1991, el proemio dice que cierra su existencia con seis números. ¿Qué tuvo que pasar para llegar a una existencia así de efímera?

Cierra un ciclo, no su existencia. Los primeros 6 ejemplares, textos, viñetas, fotografías fueron inéditos, publicados por primera vez. La virginidad artística y literaria nos parecía importante en un ambiente impostado, repetitivo e institucionalizado. Pero lo inédito era un límite para seguir publicando. El 8 de marzo de 1991 apareció el número 7, sólo para Coleccionistas, con textos feministas y una portada histórica. Fue el único número que se vendió y agotó sus mil ejemplares en los quioscos de periódicos. En total fueron 19 números en 5 años de existencia.

¿Dónde y cómo se distribuía Lunar?

Se distribuía en los puestos de revistas y de mano en mano.

¿Cuántos ejemplares imprimían y en qué imprenta?

Mil ejemplares, en Litográfica Querétaro de Don Lino Arias Granados.

¿Cómo seleccionaban el material publicado en Lunar?

Inédito, calidad artística o literaria. Adelante.

En general, ¿qué recepción tuvo la revista en el ámbito local?

Los primeros 10 números ameritaron una presentación de gala, con música y vino. Los consecuentes fueron más formalidad y reuniones marginales.

¿Cuáles fueron las dificultades más grandes que tuviste al producir la revista?

Existía poca producción literaria y artística, muy marginal y desconocida. Coincidir era un reto. Y la conocida era muy repetitiva e institucional.

¿Qué experiencia te dejó el ser el director general de Lunar?

Muchas historias que contar: poemas, cuentos, amigos, novias, amantes… 

¿Tú tienes obra literaria publicada…?

Poemas, cuentos, ensayos, análisis políticos publicados de manera independiente en Lunar, Escaparate y otros espacios.

Aprovechando este tema, ¿cómo surgió el proyecto editorial Jean Baptiste (JB)?

De la necesidad de darle organicidad, cuerpo y difusión a la obra personal de creadores en Querétaro, más allá de las editoriales gubernamentales.

En una ocasión leí de la colección “Textos inéditos” una obra de Florentino Chávez. Además de ésta, ¿qué otros títulos y autores publicaron en Jean Baptiste?

Fueron tres libros: Florentino Chávez y sus poemas En los Orbes Navegantes, Narda Eurídice y sus cuentos Desflorando una Margarita y el ensayo filosófico Ilusiones y desencantos. Aproximaciones a la subjetividad, de Susana Rodríguez Márquez y Rodrigo Sánchez Salas.

¿Se imprimía con tus recursos?

Con los pocos recursos que generaba Lunar.

¿Con qué otros editores de Quer´´etaro compartías la pasión por los libros?

Con otros editores, no. Con los colaboradores, sí, casi con todos.

¿Crees que las jóvenes generaciones de hoy pueden encontrar algo valioso en la revista Lunar y en el catálogo de Jean Baptiste?

Sí… un principio para escribir, dibujar, poemear o simplemente leer algo diferente.

¿Tu experiencia editorial y cultural te ha servido de algo en tus trabajos de los últimos años?

Sí… en todo hace falta un buen corrector de estilo. Un diseñador. Un redactor. Un escribidor medianamente competente.

¿Qué opinas del trabajo de Paco Ignacio Taibo II en el Fondo de Cultura Económica (FCE) desde su designación como director en 2018, tomando en cuentas estas variables: catálogo, temas abordados, fomento de la lectura, internacionalización y participación ciudadana?

Paco Ignacio me parece la experiencia más importante para la literatura, los literatos, los editores, los impresores, los lectores, los libros (aquí sí vale el etc., etc.), en la historia reciente en México.

Regresando al tema, ¿volverías a editar una revista literaria o montar una editorial independiente?

No. Mis fuerzas hoy tienen otros propósitos.

¿Crees que sea necesario que la comunidad de editores independientes de Querétaro se organice para mejorar la proyección de su trabajo?

No sé…

¿Te gustaría dejar un mensaje final?

Gracias por el interés. 

Y quedo a tus órdenes.

Al contrario, gracias a ti, y felicidades por tu próximo cumpleaños.

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