Oblatos. El vuelo que surcó la noche[1]. Documental de la guerrilla y la memoria
Ricardo Rivas H.
La década de los setenta trajo consigo uno de los episodios más amargos de la historia contemporánea de México: La Guerra Sucia. Tras la cruenta represión que sufrió el movimiento estudiantil, tanto el 2 de octubre de 1968 como el 10 de junio de 1971, para los sectores más radicales de éste y otros movimientos sociales quedaba claro que la protesta pacífica no era ya una opción y no había más camino que la lucha armada.
En ese periodo surgieron alrededor de 30 organizaciones guerrilleras que operaron en distintas latitudes del país. Una de ellas fue la Liga Comunista 23 de Septiembre, conformada principalmente por jóvenes estudiantes que mediante asaltos, secuestros y enfrentamientos con la policía obtuvieron recursos y notoriedad pública. La Liga tuvo presencia en entornos urbanos, tales como el Distrito Federal y las ciudades de Culiacán, Monterrey y Guadalajara.
Este fenómeno propició una respuesta contra-insurgente por parte de las autoridades encabezada por la Dirección Federal de Seguridad, cuyos métodos consistían en la desaparición forzada, la tortura física y psicológica, la infiltración y el asesinato, razón por la que a dicha guerra se la agregó el calificativo de Sucia.

Aunque no pocas veces se ha negado la memoria de ese periodo histórico mediante la constante restricción de fondos documentales, como el de la DFS, existe un creciente interés por recuperarla, ya sea desde la militancia o la academia; esa historia se está rescatando también desde distintas narrativas, una de ellas es la audiovisual.
Prueba de ello es el muy bien logrado documental Oblatos, el vuelo que surcó la noche, dirigido por Acelo Ruiz Villanueva, que mediante una serie de testimonios de los sobrevivientes y con base en una excelente narrativa tanto argumentativa como visual, mantiene al espectador al filo de la butaca. Éste cuenta la historia de un grupo de jóvenes militantes de la organización guerrillera que coincidieron en “El rastro” del penal (sitio de confinamiento de máxima seguridad para presos políticos) y que, al darse cuenta de que sería muy difícil salir con vida de ahí, decidieron fugarse.

Desde una perspectiva muy personal, los entrevistados dan cuenta de cómo se iniciaron en la militancia, de sus posturas políticas e ideológicas, del porqué de su decisión de armarse, de sus detenciones, de la tortura de la que fueron víctimas, del proceso de planeación y ejecución de la fuga y de lo ocurrido después.
El documental nominado al premio Ariel 2020, recupera personajes olvidados como José Natividad Villela, “El billetes”; Mario Álvaro Cartagena,“El Guaymas”; Armando Escalante Morales; Antonio Orozco, “El Michel”; Guillermo Enrique Pérez Mora, “El tenebras”; y Francisco Mercado Espinosa. Nos recuerda también movimientos sociales que, aunque pareciera lo contrario, siguen tocando fibras muy sensibles de la sociedad (basta recordar que una mención del movimiento le valió el puesto de director del INEHRM a Pedro Salmerón el año pasado). Sobre todo, se trata de una invitación a asomarnos a un periodo de la historia de México imprescindible para comprender cabalmente ese sistema político autoritario y represivo que no debe volver nunca más.
[1] Acelo Ruiz Villanueva (Productor y director). 2019, Oblatos, el vuelo que surcó la noche (Documental), México, Centro de Capacitación Cinematográfica.
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