Pizza de ficción especulativa - MilMesetas

Quiero hablar de tres cosas: primero, una profesora de la prepa, que impartía Historia de la cultura, dijo: “Como historiadora envidio a los escritores, porque pueden poner en un mismo bar a figuras históricas de diferentes épocas”. Segundo, algunas personas utilizan la siguiente analogía para expresar el sinsentido de la vida: “La pizza es redonda, la caja es cuadrada y cada rebanada es triangular”. Tercero, y último, en las redes sociales existe la eterna discusión sobre la pizza con piña, convirtiendo en villanos a los que votan a favor y viceversa, todo depende del “bando” elegido. Uso estos ejemplos para presentar el libro de Noche de pizza con mi villano de la escritora Daniela L. Guzmán, quien toma a “los villanos” de la Historia, para y ubicarlos en historias repletas de situaciones totalmente desconcertantes.

Daniela L. Guzmán.

La autora coloca una nota introductoria donde nos recuerda que durante el 2017 algunos villanos de la Historia mexicana regresaron, a partir de esos hechos se creó el programa que da título al libro y se transmitió los jueves por Canal Once. Con esto Daniela comienza a dislocar la realidad cercana, para construir las cinco historias que conforman su obra: cuatro están dedicadas a los sujetos históricos considerados como “los malos” y la restante, a la víctima de uno de esos.

El libro comienza con “Rehúso, señor presidente”, donde aparece un presidente Díaz que está próximo a reelegirse, nada que no se sepa gracias a la Historia; sin embargo, el relato da un giro cuando no puede sobornar a los medios de comunicación para que no revelen que tiene una propiedad en Miami. Preocupado por esta situación, ya que podría perjudicar su elección, le exige a Justina, su secretaria, una explicación y ella con toda la calma del universo le responde que esa actitud es a causa de la Campaña Anticorrupción. Es entonces cuando la narradora dice lo siguiente: “El soborno es una ignición, un motivo, la chispa divina que pone a los mundos en marcha”. La pregunta que se presenta es: ¿puede funcionar la sociedad sin corrupción? La respuesta puede ser desalentadora.

El siguiente relato: “No vayas, es una trampa”, coloca al ingeniero Hernán Cortés en un viaje donde recibe la oferta de un tiempo compartido para la cadena hotelera Margarita Podrida, que además es exclusivo para veganos. Una vez allí, descubre que ese edificio realmente pertenece a los dueños del hotel Xilani y acusa a “huéspedes” de ser unos paracaidistas, a lo que una chica le responde: “¿No le parece que todos somos descendientes de paracaidistas o de okupas o de usurpadores ilegales, como guste llamarnos?” Esa pregunta sólo es la llave para acceder a un relato que poco a poco desciende a lo más profundo del horror como en Kadaver (2020).

Noche de pizza de con mi villano

En “También en Plutón hay una ciudad llamada Estocolmo”, la escritora usa al planetoide, que fue despojado de su categoría de planeta, como metáfora para construir la historia sobre la pérdida de la infancia, a pesar de viajar a Disneyland, y sobre la fe que, para sobrevivir a la muerte de Dios, se ha apoyado en las pseudociencias, como la ufología o la cienciología.

La cuarta historia, “Mi mejor amiga vive en una pecera gigante”, retoma a la figura de la Malinche para hablar sobre la forma en que el bullying, la misoginia y el acoso por medio de las redes sociales pueden quebrar a una adolescente, que a pesar de ser una ambientalista que ama a los osos polares, termina con un destino similar al de Timothy Treadwell como se aprecia en Grizzly Man, sólo que la sociedad machista es quien la engulle.

“El empleado enfermo” cierra esta antología. Aquí se presenta a Maximiliano, un mirrey, quien sube a la presidencia de Industrias el Conde; aunque él desearía dedicarse únicamente a escribir versos. Como si esto no fuera suficiente, está casado con una mujer para tapar las apariencias, ya que él prefiere ver vergas colosales en PornHub. Su vida da un giro, cuando conoce al “Empleado Enfermo”, un hombre muy parecido al señor del billete de veinte y quinientos pesos, con quien entablará una relación homoerótica que será la ruina de Max. Esta historia se construye a partir del racismo que anida en lo más profundo de la sociedad mexicana.

Tal como sucedió en la década de 1990 con McOndo (movimiento que intentó generar un cambio respecto a la idea que se tenía sobre el realismo mágico como único género que se escribía en Latinoamérica), Daniela L. Guzmán, junto con un creciente número de voces creativas, viene a romper de nuevo esa regla y, de paso, cuestionar la realidad histórica para decir que la ficción especulativa también puede acompañarse con una deliciosa rebanada de pizza hawaiana con durazno, cereza y una orilla de queso crema.


Noche de pizza con mi villano, Daniela L. Guzmán, Editorial Dreamers, CDMX, 2019, 82 página.

Aquí está el enlace para que descarguen Noche de pizza con mi villano.

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