Para María
Se suele leer el tarot cuando no se está seguro de lo que se debe hacer; en ocasiones, la energía de las cartas muestra que ya sabes la respuesta a tus incógnitas, solamente necesitabas una confirmación. Se trata de una actividad intuitiva que implica el conocimiento de los significados de la baraja y la capacidad de conectarte, si eres quien realiza la tirada, con quien necesita una guía. Aunque lo que se lea no es definitivo, sí suele ser un mensaje necesario y pertinente. En mi entrega de esta ocasión te invito a tirar las cartas para acercarte a este 2020 que a todos nos tiene desconcertados. ¿Qué cartas te han acompañado estos últimos meses? ¿Cuáles son sus consejos y advertencias? ¿Qué te habría dicho el tarot en enero?
La Muerte
Quizá este cambio que te tomó por sorpresa desde febrero era necesario: se trata de un renacimiento, de la evolución para llegar a una transformación provechosa. Puedes mirar a tu alrededor y constatar que todo es igual, pero ha cambiado radicalmente: tus espacios, tus relaciones; y seguramente, derivado de esto, has decidido cambiar el rumbo de tu vida. Quizá ese trabajo ya no te satisface, o te diste cuenta de que estabas en un ambiente que te asfixiaba. Se muere lo que no te servirá en tu futuro.
La rueda de la fortuna invertida
Se trata de una transición difícil pero que está destinada a llevarse a cabo. No hay modo de haberlo evitado: esta pandemia tenía que suceder para dejar muchas enseñanzas. Señala un camino difícil; tras meses en la incertidumbre, has sabido afrontarlo y construir desde tus trincheras el modo de encontrar la tranquilidad. Esta carta muestra que lo cotidiano se ha puesto de cabeza, pero tienes la capacidad de sacar lo mejor de esto.
El Ermitaño
Remite a la paciencia y, en este caso específico, a una imagen muy ilustrativa del encierro que enfrentas. La pandemia nos mandó a un retiro mundial, pero esta experiencia puede ser un maestro para saber progresar. Tal vez esta carta indica que era necesario encontrarte y conocerte más. La vida posmoderna ha parado: pasan meses para ver a tus seres queridos, adquirir algo puede llevar más tiempo de lo que antes era habitual; si bien hay una aceleración por el uso de aplicaciones y tecnología, sientes paz cuando tienes una hora libre entre el caos del home office eterno.
Ocho de espadas invertido
Marca nuevos inicios y saber dejar ataduras del pasado. Aprendiste a usar nuevas plataformas virtuales para tus actividades, ya no es claro el límite entre la oficina y el comedor. Te viste obligado a abandonar la esclavitud contenida en los horarios de oficina y las prisas de los traslados por la ciudad. También has dejado viejos patrones para adecuarte a una nueva normalidad. Quizá te volviste emprendedor; lo que al principio parecía un mal augurio, pero, puede ser que, dejando ese trabajo agotador, volviste a explotar algún gusto, como cocinar o dar clases por Zoom de algo que realmente te llenara.

Cuatro de copas invertido
La carta suele marcar necesidades materiales que no llevan a la felicidad. Estar encerrado probablemente te encamine a descubrir qué vacíos llenabas al comprar cosas que no eran necesarias. Ya no compras diario un café mientras caminas al trabajo, tus gastos de fin de semana para ir al cine o a beber a algún antro han disminuido, has aprendido a ahorrar cocinando en casa.
Dos de oros
Encontrar el equilibrio en medio del caos. Habla de que tienes la capacidad para adaptarte a los cambios. Hallaste la manera de no parar tu vida: ves a tus amigos por aplicaciones, entregas documentos escaneados, compras en plataformas para no exponerte. Las pantallas se han vuelto una extensión de tu cotidianidad, pero, con la sabiduría del equilibrio, puedes evitar que consuman tu vida.
Seis de oros
Debes saber compartir con los otros tu riqueza. Hay quienes no se han visto tan afectados por la pandemia: tienes trabajo, un techo y comida, sumado a la salud y que todos tus seres queridos se encuentran bien. Parece que las redes sociales han sido una muestra de la otra cara de la moneda: puedes compartir —literalmente— lo que tus amigos y conocidos virtuales venden en estas épocas para buscar un sustento que ya no está garantizado. Te has hecho consciente del papel del otro en tus dinámicas: lo que compras sirve para ayudar a alguien en estos tiempos.
Seis de bastos
Después de todos estos meses, y de los que vienen, te has transformado desde lo individual: en casa las dinámicas ya no son las mismas; tampoco tus prioridades. Como colectivo, seguramente algunos se divorciarán, otros volveremos a quienes extrañamos; muchos amigos se han reencontrado, otros han puesto límites necesarios para su felicidad. Nuestros proyectos han seguido a pesar de la adversidad; quizá algunos cambiaron la trayectoria de su cotidianidad para seguir sus sueños. Me atrevo a decir que esta es nuestra carta, la de todos, en estos momentos, pues señala la victoria tras un proceso: vamos a triunfar.
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