Violar el noveno mandamiento es uno de mis pasatiempos preferidos, aunque no siempre termina bien.

La poesía motivacional tan de moda hoy día, no es otra cosa que una herramienta más del patriarcado opresor cosificador para cogerse a mujeres en pueblitos mágicos.
Es fundamental dejar de romantizar el canto de los letales grillos, y comenzar a ver con amor a las inofensivas cucharadas.