Entre la carne y los huesos es el primer libro de cuentos del escritor oaxaqueño, aunque chilango por decisión, Israel G. Castro (1980). Los diecisiete relatos que componen este libro nos hablan de pasiones, decisiones, pero, sobre todo, de deseo.
Por deseo nos referimos al deseo incumplido, aquél que se nos ha negado y aquél que se convierte en una carga de eso que anhelamos y que no podemos tener.
Oscar Wilde decía (a través de lord Henry Watton) que la única manera de librarse de la tentación es caer en ella.
Los personajes de Entre la carne y los huesos generalmente están ante esa situación, la de finalmente dejarse llevar por sus pasiones, por sus odios, por su frustración y deseos incumplidos y cometer el acto redentor de saciar sus instintos.
El reto que tiene el autor de este volumen es presentarnos narrativas que oscilan entre la dura descripción realista (como es el caso de “Un minuto de coito”, “Pequeño aliento de furia” o “Posibilidades infinitas”) hasta la ágil prosa que de forma mordaz pone a sus personajes en situaciones de humor involuntario (tal es el caso de “La mecánica del dolor”, “Ganar perdiendo” o “Una historia inverosímil”).
Cargados con un gran humor negro y ácido, los cuentos de Israel G. Castro nos harán reír mientras nos clava la incisiva sensación de que también nosotros podríamos ser personajes involuntarios de una de sus historias y que el deseo y las pasiones las tenemos incrustadas no en el corazón, sino que las traemos encarnadas y corroyéndonos por dentro.
Estas emociones las tenemos por dentro (quizá sería válido decir que de ahí el título) pero son lo que nos hacen sentir vivos, porque cada uno de los personajes de Israel buscan eso, sentirse vivos y sentir que la sangre aún les fluye por las venas.
Esteban Barraza Saldaña (CDMX, 1976). Estudió filosofía en la UNAM. Ha realizado estudios de edición en el Centro Cultural de España y en Casul. Corrector de estilo en el periódico El Universal, Letras Libres y para diversas editoriales.
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