Daniel Centeno entre no vivos: No hablaremos de muerte a los fantasmas - MilMesetas

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Ghost

Guillermo Samperio escribió el relato más corto, incluso más que aquel del famoso dinosaurio que permanece cuando alguien despierta. El relato es el siguiente: El fantasma. Eso es todo. La idea principal es que esas dos palabras estén solas ante la blancura de la página para evocar con eso en el lector la idea que tenga sobre esa entidad. Vamos, uno juega para llenar la ausencia que nos dejan esas palabras con miles de posibles historias y justo eso es lo que tenemos en la antología de No hablaremos de muerte a los fantasmas del escritor Daniel Centeno.

El autor Daniel Centeno

Esta antología fue publicada en junio de 2021 por la naciente editorial Casafutura ediciones. En ella encontramos 25 historias sobre distintos aspectos sobre la fantasmidad. Todo esto parte del gran interés que tiene el autor por la muerte y su relación con la ficción y como está puede evocar elementos para construir historias sobre la ternura y la incapacidad de comunicación que tenemos en muchas relaciones interpersonales.

Ya que son bastantes relatos y el espacio aquí es breve, hablaré de algunos de ellos (sí, mis favoritos, esperando que más lectores se aproximen a descubrir los relatos que no menciono). “Hacer las paces contigo”, fue definitivamente mi relato preferido. La historia nos habla sobre un hombre que al morir llega a un lugar donde se encuentra con sus otros fantasmas de diferentes etapas de su vida y descubre que en ese más allá puede contemplar otras posibilidades de lo que pudo ser su existencia si algo cambiaba. La historia me parece hermosa porque por medio de contemplar el reflejo de sus otras vivencias sana lo que no pudo mientras caminaba entre los vivos.

“La inmortalidad es relativa” y “Tumba de dinosaurios”, comparten la idea de presentar fantasmas no humanos, pero poco comunes, el primero no revelaré cuál para no arruinar la experiencia, pero del segundo por el título es fácil deducir que son fantasmas de dinosaurios. El punto de ambas historias está contado desde la perspectiva de niños que comprenden muy bien la realidad que los atraviesa. El primero sobre el dolor de perder a una amistad y el dolor de ese amor fraterno. La segunda sobre un niño que busca a su padre que le enseñó a imaginar, quiere esa conexión que le fue arrebatada y no por la muerte.

No hablaremos de muerte a los fantasmas de Daniel Centeno

“La membrana que nos separa del cosmos” y “A las estrellas”. El primero presenta una genial idea: fantasmas combatiendo una invasión alien, además el relato está escrito de una forma muy interesante: conversaciones para mostrar que lo humano perdurará ante todo. El segundo es sobre un astronauta cuyo fantasma se cuestiona sobre el dolor que causan las promesas de retornar con el hombre amado. 

La obra de Daniel Centeno se podría enmarcar fácilmente en lo fantástico posmoderno, siguiendo a Omar Nieto, ya que en sus relatos: “lo fantástico posmoderno llega a simular no sólo el polo mimético (ámbito de lo familiar), sino el sobrenatural; y más aún […] la totalidad del sistema fantástico”1. Convirtiéndose en un metafantástico para demostrar la artificialidad de lo fantástico, para mostrar que aunque hablemos de fantasmas que han dejado el horror clásico, seguimos hablando de seres torturados, no por la muerte, sino por el hecho se sentir, de aún vivir con intensidad sus emociones.


1.Nieto, Omar, Teoría general de lo fantástico. Del fantástico clásico al posmoderno, México, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015, pág. 216.

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